Jugando para reducir la huella
Sombras vegetales, cubrimientos que impidan que los columpios y toboganes ardan, y fuentes y juegos de agua son algunas de las características que deberían tener los parques y áreas públicas de juegos infantiles, según los expertos, en unos tiempos en que los efectos del cambio climático vaticinan unas temperaturas estivales cada vez más elevadas, como se están viviendo durante estos días en Córdoba.
Estos elementos no solo contribuyen al bienestar de los más pequeños -y mayores- que acuden a los parques infantiles, sino que ayudan a mejorar la sostenibilidad de estas zonas y de su entorno.
Para alcanzar esta sostenibilidad se plantean diferentes medidas, como el uso de determinados materiales y soluciones constructivas, y una adecuada elección del mobiliario y equipamientos; así como una correcta recogida y aprovechamiento de las aguas.
Además, se busca «la minimización de inversiones a posteriori en mantenimiento y acciones temporales para su normal funcionamiento». Otro componente de la sostenibilidad, según los expertos, que aboga por infraestructuras y equipamientos públicos que no requieran un mantenimiento continuo y excesivo, no sólo por cuestión de costes económicos, sino por lo que supone de consumo de más materiales y energía.
Actuaciones
Así, y entre otras actuaciones proyectadas en esta segunda fase de las obras, se encuentran la colocación de soleras de hormigón armado de 20 centímetros en diferentes juegos infantiles, aportación de jabre (un árido que se suele utilizar para la estabilización de suelos y bajo césped artificial) para la mejora de los terrenos, siembra de césped natural en el entorno del popular juego de la tirolina, y diversas acciones sobre la red de riego ya existente.
Por otro lado, el citado proyecto también resalta el cierre al uso rodado de la Ciudad de los Niños y las Niñas de Córdoba -que ya tenía antes de que comenzara la primera fase de las obras de reforma- que promueve un «uso seguro para las personas (…) y posibilita dar potencialidad a festividades y tradiciones que congreguen a un número importante de personas que reclaman un espacio abierto, diáfano, actual y funcional, permitiendo poder ampliar las celebraciones desde un encuentro familiar hasta un con concierto musical en este espacio de características naturales y al aire libre», según afirman las citadas prescripciones técnicas.
Por ello, tras esta reforma que ha sido licitada por el Instituto Municipal de Gestión Medioambiental Jardín Botánico de Córdoba (Ingema), la zona contará también con estructuras que garanticen las ansiadas sombras en verano y la protección frente a la lluvia y a otras inclemencias meteorológicas.
En definitiva, una remodelada zona de ocio infantil y familiar para Córdoba cuya reapertura está prevista para finales de año, y en la que también se busca compaginar el juego con la sostenibilidad.