Ana Hernando, premio de Diseño Mini por su propuesta de parque infantil inclusivo y sostenible para que niños con y sin discapacidad puedan jugar juntos

Ana Hernando, premio de Diseño Mini por su propuesta de parque infantil inclusivo y sostenible para que niños con y sin discapacidad puedan jugar juntos

La alumna UFV ha diseñado, como Trabajo Final de Grado (TFG), un parque accesible y sostenible para que niños con y sin discapacidad puedan jugar juntos

El Parque Constanz surge de la necesidad de que las familias con niños con discapacidad puedan ir a los parques infantiles y disfrutar de ellos

Hernando ha grabado en un CD el libro en el que presenta el proyecto para que las personas ciegas puedan escucharlo

La alumna de Diseño y Publicidad de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) Ana Hernando ha ganado el Premio de Diseño Mini, celebrado dentro del Madrid Design Festival, en la categoría de Nuevos Talentos. El galardón, dotado con 4.000 euros y el uso de un Mini durante un año, busca poner en valor “la actitud creativa y la excelencia de los diseñadores para mejorar la vida urbana”. El proyecto ganador consiste en un parque infantil, el Parque Constanz, que es sostenible y completamente accesible.

Para ello, Hernando plantea usar materiales que sean sustitutivos del plástico, como el biopolietileno de alta densidad en los columpios, caucho para los suelos o resina, para hacer los caminos podotáctiles para las personas ciegas. Además, el parque busca crear un espacio en el que puedan jugar niños con y sin discapacidad para fomentar la inclusión. Por ello, los elementos pueden tener diferentes usos: “Las mismas agarraderas pueden servir para apoyarte o para trepar”, asegura Hernando.

Aunque ya existen parques que tienen el cartel de accesibles, Hernando asegura que la mayoría no lo son realmente: “La ley garantiza que puedas acceder al espacio, pero nada asegura que, por ejemplo, puedas entrar en el área donde están los columpios o que puedas jugar con las estructuras”.

La idea de este parque surge en septiembre de 2020, cuando a Ana Hernando le piden que escriba algunas palabras sobre cómo va a ser su proyecto de TFG: “Yo puse diseño social, diseño infantil, que es otra cosa que me encanta, y puse sostenibilidad”.

Ana Hernando tiene un tío tetrapléjico, que “además mide 1,90 metros, así que la silla de ruedas es gigante”. Por ello, desde pequeña ha estado “muy atenta” a si los espacios que dicen ser accesibles lo son de verdad: “Y de repente un día estaba paseando por Madrid y me encontré con un parque que pone en la puerta que es accesible, pero todo el suelo es de arena, por lo que no se puede entrar con silla de ruedas, y las estructuras son palos de madera. El parque es muy chulo, pero es cero accesible. Y cuando vi eso pensé pues habría que crear un parque accesible”.

Para desarrollar este proyecto, no solo ha investigado y leído por su cuenta, sino que también ha entrevistado a personas que viven esta realidad día a día. Para ella, lo importante era conocer cuáles son las necesidades de esas personas, desde dentro.

Entre los entrevistados, se encuentran trabajadores de la ONCE, padres que tienen hijos con discapacidad, un ingeniero, un arquitecto y trabajadores sociales: “Yo creo que para cualquier tipo de proyecto sería superinteresante tener equipos multidisciplinares e inclusivos; de manera que entre todos se llegan a soluciones conjuntas”.

A nivel personal, Hernando asegura que el proyecto Parque Constanz le ha aportado “muchísimo conocimiento” y también “mucha paciencia”: “Fue un proceso larguísimo, estuve nueve meses haciéndolo y había días que yo decía no quiero ni pensar en él”. Además, haber ganado este premio ha supuesto para ella la confirmación de que “se necesita de verdad su trabajo”, y que los temas que a ella le interesan son temas que interesan a mucha gente.

Que su proyecto fuera accesible también implicaba que las personas ciegas pudieran leer el libro en el que lo presentaba. Por eso, lo grabó en CD y ella misma escribió la primera página en braille. “Otra frase que también aprendí, y me resultó muy interesante, es que al final la verdadera discapacidad de la persona es la incapacidad de interactuar con el entorno”, asegura Ana Hernando.

 

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